Aún faltando unos días para terminar el año, quisiera ir poniendo ciertas lecciones que quiero llevarme para que este 2017 sea lo mejor. Creo que en estos 12 meses pasé por tantas cosas, que mis ideas están un poco revueltas, pero trataré de acomodarlas.
La primera lección que se me viene a la mente es la de aprender a dejar ir. No importa cuanto ames a una persona, si no eres feliz o no puedes visualizar un futuro a su lado, lo mejor es simplemente soltarla. Ya sé, suena fácil, pero sé lo difícil que puede llegar a ser. Hay que tener en cuenta que si alargas esa ruptura inevitable, las cosas pueden ser peor y más dolorosas. No cometas el error de terminar lastimando a alguien que un día fue una de las personas más importantes en tu vida, porque al final eso también te puede destruir a ti.
Antes de empezar a estar de nuevo con alguien, asegúrate que ya olvidaste al huésped anterior de tu corazón, porque cuando las cosas se compliquen, lo único que vas a terminar haciendo es estar brincando de uno a otro. Probablemente este segundo huésped esta consciente de que te esta ayudando a olvidar al primero, pero a la larga los sentimientos se hacen más presentes, los compromisos crecen y tienes que tomar una decisión que puede terminar dejándote sin ninguno de los dos.
Nunca desaproveches una oportunidad para estar con toda tu familia. No me refiero estar en el extremo de que sean las únicas personas con las que convives, pero sí darles su prioridad. Este año puse tantas cosas sobre ellas y deseé hasta el pasar una navidad y año nuevo con mis amigos, que se me terminó de cierta manera cumpliendo y lo único que no pude dejar de pensar fue en ellos. De verdad, nunca saben el día que puede llegar a faltar alguien en una de esas sillas.
En general, no tomes a nadie por seguro. Juro que esta vida da mil vueltas. En el momento menos esperado la vida me quitó a una amistad muy valiosa y mi mayor arrepentimiento fue el pensar que iba a tenerlo toda la vida, por lo que no era necesario arreglar las cosas en su momento. No lo hagas, te terminarás lastimando y sufriendo uno de los duelos más difíciles. Sigue tu corazón y da prioridad a los que te dan prioridad. Lo único que nos debería hacer falta con certeza en esta vida es tiempo.
Trata de no tomarte las cosas tan personal. Lo que dicen o hacen las personas es un reflejo de ellos mismos, no de ti. Si tu haces las cosas de corazón, tú no estás haciendo las cosas mal. No permitas que las personas que han jugado contigo interfieran en tus sentimientos del futuro. No dejes que te quiten la ilusión. No permitas que te quiten tu paz. Perdónate por amar a la persona equivocada. En cinco años él no será más que una memoria, entonces no dejes que te destruya.
Por último, una vez leí que las caídas son las mejores consejeras ya que nos señalan el camino. Probablemente nunca llegues a estar 100% listo o nunca va a ser el tiempo adecuado para hacer alguna de las cosas que tienes en mente. Pero de eso se trata, de que también exista la posibilidad de que ese sea el momento. Saca lo mejor de ti, por ti. Y aprende a amar las caídas tanto como los éxitos. Y así aprenderás a entender que tanto lo bueno como lo malo nos dirige a nuestro objetivo final y que no existe el uno sin el otro.
Aprende a amar el destino. Todo lo que ocurre en tu vida forma parte del proceso y simplemente no esperes a que las cosas se derrumben para tener que salir de los escombros.
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